martes, 17 de marzo de 2009

Carta a esa sensación...


Entra en mí, entra en mí y llevame lejos, tan lejos como lo hiciste una vez cuando siendo más cuerda que nunca, creí haber enloquecido.
Quémame, quem mi alma inconsciente y quema con ella cada insensatez, hazme sensata.
Creeme, creeme cuando confieso que ya no me creo nada que no seas tú... aunque no seas.
Hazme tan fuerte como fuí, hazme infranqueable como ya lo hiciste, dame esa fuerza inagotable e intransigente que no dejaba entrar la amarga luz de las dudas.
Vuélveme cruel, severa y recta en cada decisión.
Hame invulnerable al sentimiento volatil y enfrenta mi razón a ese empirismo de las sensaciones.
Miénteme, miente y dí que nada existe, miénteme y hazme creer que todo es mejor así.
Hazme sentir que solo importo yo...
Y pensando... a estas alturas del texto y al leerlo, creo que ya nos hemos fundido tu y yo... haz lo que quieras conmigo... hazme invencible.

Quiero creerte. Voy a seguirte. Quiero ser tú.

sábado, 14 de marzo de 2009

¿quién puso en mí esto?


¿Quién puso en mi esta estraña sensación de no ser nadie si no llego a la meta?
¿Quién, en contra partida, puso en mí la extraña pereza de empezar?

Que es esto que me hace tener la sensación de que no soy nadie si no llego donde "se supone" que debería hacerlo... que pasa si creo que merezco un poco de descanso, que me he estado exigiendo demasiado estos últimos años, que pasa si estoy cansada, si tengo sueño, si no me quedan ganas...
¿que pasa si es la primera vez en mi vida que no me quedan ganas?

Miedo me da seguir por sobervia, por no querer fallar, y aún así fallarme, y fallarme por no haber tenido los huevos de coger el toro por los cuernos...


Maldita sensación. Maldito inconformismo. Maldita pereza. Maldito "yo interno".
¿siempre tienes que aparecer sea cual sea el tema?


...

domingo, 8 de marzo de 2009

Hoy toca un relato...



... y deslizó suavemente su dedo por mi espalda al pasar, y lo hizó mientras ella caminaba entretenida delante suya, sin darse cuenta de nada.
Tembló todo mi cuerpo, estremeció la poca razón que me quedaba en esta historia, con un simple roce voló una estraña ráfaga de calor dentro de mí, y me sentí empapada de deseos de morderla.

Y allí estabamos yo, mi calor... y tanta multitud de gente sin imaginar el volcán que acababa de estallar en mi.

Y es un cúmulo de factores, son esos labios carnosos que humedece lentamente tu lengua mientras me miras, me miras y la besas, la besas y me miras... y yo no puedo más... ardo en deseo, de que me beses y ella nos mire... y de que sea mi lengua la que humedezca tus labios.

Así en un fluir de cruce de miradas que hablan solas fue como acabamos en el baño a escondidas... yo no se cual es tu nombre, ni sé quién eres... solo sé que tus manos supieron quitarme la ropa con tanta rapidez que no recuerdo detalles...

Sentía el ruido de tu latir, oía tus gemidos cayados por la presión de tu boca en mi cuello para no hacer demasiado ruido... notaba tu respiración alterada mientras mojabas mi oido con tu lengua... sentía el calor y la humedad entre tus piernas, y como se abrían para mi...

Piel con piel en 2 metros cuadrados, calor, miradas, besos, caricias entre dos desconocidas en las que sus cuerpos parecen conocerse de toda la vida... se echaban de menos...






¿Quien no fantaseó con la infidelidad alguna vez?