domingo, 8 de marzo de 2009

Hoy toca un relato...



... y deslizó suavemente su dedo por mi espalda al pasar, y lo hizó mientras ella caminaba entretenida delante suya, sin darse cuenta de nada.
Tembló todo mi cuerpo, estremeció la poca razón que me quedaba en esta historia, con un simple roce voló una estraña ráfaga de calor dentro de mí, y me sentí empapada de deseos de morderla.

Y allí estabamos yo, mi calor... y tanta multitud de gente sin imaginar el volcán que acababa de estallar en mi.

Y es un cúmulo de factores, son esos labios carnosos que humedece lentamente tu lengua mientras me miras, me miras y la besas, la besas y me miras... y yo no puedo más... ardo en deseo, de que me beses y ella nos mire... y de que sea mi lengua la que humedezca tus labios.

Así en un fluir de cruce de miradas que hablan solas fue como acabamos en el baño a escondidas... yo no se cual es tu nombre, ni sé quién eres... solo sé que tus manos supieron quitarme la ropa con tanta rapidez que no recuerdo detalles...

Sentía el ruido de tu latir, oía tus gemidos cayados por la presión de tu boca en mi cuello para no hacer demasiado ruido... notaba tu respiración alterada mientras mojabas mi oido con tu lengua... sentía el calor y la humedad entre tus piernas, y como se abrían para mi...

Piel con piel en 2 metros cuadrados, calor, miradas, besos, caricias entre dos desconocidas en las que sus cuerpos parecen conocerse de toda la vida... se echaban de menos...






¿Quien no fantaseó con la infidelidad alguna vez?

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