...

Que hay tras esas promesas que uno se hace a si mismo...



Que se moja la ropa, y no eres tú...
soy yo.
Que se moja y te calas.



Que tendencia al suelo, que absurda gravedad.
Que gentil el destino,
siempre tan atento... y con su frialdad.
Que gusto por lo amargo tiene mi corazón,
que no cesa en sus puñales,
que no aguanta quien lo ame,
que arrastra lento de mi...

Que inútil lucha la mía, que no veo más allá...
más de lo bueno y lo malo,
menos de "menos es más",
más o menos lo de siempre...
menos o más ya da igual...

Ahora es cuando vuelvo a entender,
que hoy quien habla no soy yo,
que ni quien, ni donde, ni como,
hasta a mi, siempre... me decepciono.

Hasta hoy el infierno gratis, donde pude calzar tridente,
porque resulte ser yo aquella fiera,
que una vez más incó diente,
y ya no sé ni que digo...
De justicia era... no hieras al que te curó.